martes, 3 de junio de 2014

 "Historia de la educación técnica"

La Historia de la Educación Técnica*
(  Ver Tecnología y Técnica en conceptos.) como en México generalmente se le denomina, hasta ahora ha sido abordada, casi en su totalidad, por cronistas de las Instituciones principales, queriendo con esto dejar testimonio de lo que han vivido. No obstante que esta es una natural inclinación del ser humano, sorprende la forma y la cantidad con que se dan estos autores, como si sintieran que su testimonio es indispensable e invaluable para la Institución a la que pertenecen. Tal vez esta es la reacción lógica de una comunidad alejada de los ámbitos académicos históricos y que por tanto piensa que nadie más dejará testimonio, si ellos no se preocupa por hacerlo. De estos casos se tienen para la historia del Instituto Politécnico Nacional a: Enrique G. León López, Juan Manuel Ortiz de Zárate, Eusebio Ávila Mendoza y de los Tecnológicos Regionales Emiliano Hernández Camargo. El problema de todos estos trabajos es que la inmensa mayoría no proporcionan sus fuentes y por lo tanto no sustentan los datos e información que proporcionan, en especial de los momentos lejanos a su contemporaneidad, a excepción de Hernández Camargo. Entonces no hay forma de comprobar lo aseverado y ello ha causado muchos errores históricos, además las comunidades no académicas en este sentido tienden a mitificar su propia historia, creando relatos y leyendas que tienden a manejar la historia de acuerdo a sus utopías y con ello agradan a su comunidad, pero desvirtúan la realidad histórica. No obstante, hay que reconocer, que a la fecha, estos trabajos han servido de fuentes de información secundarias, en la mayoría de los casos, para aquellos que más metodológicamente acceden al tema. Recientemente se han empezado a generar trabajos más sistemáticos y formales por parte de historiadores, de ellos se destacan los trabajos de: Federico Lazarin sobre las Escuelas Técnicas de las décadas de 1920-1930, mismo que ha dirigido algunas tesis sobre las Escuelas de Artes y Oficios y otro de Maria de Ibarrola con un trabajo muy general que intitula Industria y Escuela Técnica, donde si bien hace un relato histórico muy genérico de este tipo de enseñanza, su trabajo trata principalmente de las entidades educativas técnicas actuales, surgidas de 1960 en adelante; también están las obras de grupos especializados en Historia de la Educación, quienes han comenzado a incluirla en estudios generales como el vasto trabajo del Dr. Ernesto Meneses Morales Tendencias educativas oficiales en México, en cinco tomos que cubren todo el ámbito educativo de 1821 a 1988, donde incluye la educación técnica en varios momentos de este largo periodo, en especial, a partir de la creación de la Secretaría de Educación Pública; igualmente esta el trabajo de Milada Bazant Historia de la educación durante el porfiriato donde introduce un capítulo especial sobre las educación de los oficios, así mismo Pedro Latapí en su obra Un siglo de educación en México, menciona brevemente del desarrollo de este sector educativo. Por esta razón la educación técnica es en México una línea de investigación a desarrollarse, para que pueda pasar de los estudios institucionales generales, al estudio de otros aspectos como: vida académica, actores, vinculación con el sector productivo; que acerquen a este sistema educativo con un enfoque más formal, menos oficial. Antecedentes Es conveniente, antes de entrar al tema, señalar que los saberes prácticos empiezan a desarrollarse a partir de la Revolución Industrial, cuando la producción de bienes materiales empezó a ser la premisa de la civilización humana, situación que empieza a manejar un sistema de educación más utilitarista. Si bien la existencia del artesano es una entidad que nace con la civilización, éste grupo se encontraba en un lugar especial y reservado, mismo que se reproducía al interior, sin tener la oportunidad de interactuar con el resto de la sociedad, habría que recordar entre las ordenanzas de los gremios, la importancia que se le daba al secreto profesional; no obstante es en éstos que se encuentran las primeras instituciones preocupadas por enseñar estos conocimientos técnico-prácticos, aunque fuera sólo al interior de los propios gremios. Pero a partir del siglo XVI en algunos países se sintió la necesidad de contar con personas especializadas en el ámbito técnico, para estimular el desarrollo industrial. Aunque éste va ser un largo proceso, hasta el momento en que surgen los primeros especialistas, en especial porque la sociedad tardo en otorgarles el mismo prestigio que a los que realizaban estudios universitarios. Recordar como la Universidad institución educativa que se origina en la edad media va privilegiar el conocimiento teórico erudito de las clases dominantes, como otra forma más de control social, en su seno los conocimientos prácticos no tenían cabida. Pero con el acceso de nuevos sistemas de producción y consumo fue necesario implantar nuevos centros educativos que capacitaran este personal dispuesto a la producción de estos bienes materiales entrando poco a poco dentro de los sistemaseducativos oficiales. Razón por la que las escuelas técnicas nacen naturalmente opuestas al régimen universitario y provocan la existencia de nuevos estatamentos sociales, mismos que aún hoy continúan en lucha por obtener un mejor status, al nivel de los profesionales universitarios. Todo esto aunado a una natural inclinación del ser humano por tratar de ser el organizador, el coordinador, el gobernador y no el artífice material de los productos y servicios para otros. En México, hasta antes de la Independencia este tipo de enseñanza se circunscribió al área de la educación informal, entre los gremios de artesanos, pero cuando el país se independizó de España, se expresó inmediatamente la necesidad de establecer escuelas de carácter técnico, mismas que posibilitarían el progreso de una sociedad que accedía a la industrialización y rompía viejos moldes económicos, políticos y por tantos educativos. Las Escuelas de carácter técnico asimismo van a tener una evolución que las va conducir, desde la simple capacitación técnica -para adiestrar obreros- hasta lo que ahora se denomina director técnico, claro esta que éstos últimos requieren de un conocimiento más teórico que práctico, con planes y programas de estudio más enfocados hacia el estudio de las ciencias puras y exactas, a diferencia de los primeros que sólo se les otorga un conocimiento de cultura general, enfocándose básicamente al adiestramiento de saberes prácticos. Aunque es conveniente señalar que antes de la aparición del fenómeno fábrica estos se capacitaban directamente en los talleres. Antes de pasar al México Independiente, habría que señalar que durante el período de desarrollo mesoamericano se menciona la existencia de escuelas donde se enseñaban oficios, aunque a la fecha los trabajos son muy generales y no especifican la forma, ni el tipo de materias que se impartían, lógico es plantear la existencia de clases especializadas en la construcción, en el tallado de las piedras, el trabajo de la madera, etc. Además de las enseñanzas impartidas en derredor de los artesanos en las escuelas de los Calpulli por ejemplo. En cambio durante la Colonia se conservan registros más precisos sobre los esfuerzos en pro de la creación de estos centros de estudio, son famosos los organizados por misioneros como Fray Pedro de Gante, el primero en San Francisco, la Escuela de Artes y Oficios de San José de los Naturales, donde se enseñaba además de religión lectura, escritura y latín, artes y oficios, como: pintura, escultura, artesanías, arte de bordar, y talleres donde trabajaban canteros, herreros, carpinteros, albañiles, sastres y zapateros. Así mismo Don Vasco de Quiroga en 1531, propuso al Consejo de Indias un plan de organización social para los indígenas, con el fin de establecer unos 200 hospitales-pueblo, o sea congregaciones de indígenas fundadas en la práctica del cristianismo, el trabajo colectivo y la vida comunal, y cuyo funcionamiento comprendía la instrucción de la niñez, la protección a los huérfanos, el hospedaje a los peregrinos, el albergue a los desvalidos y el cuidado de los enfermos de ahí el nombre de Hospitales y en especial la enseñanza de alguna artesanía; lugares que a la fecha son muestra real de este esfuerzo, pues en varios pueblos de Michoacán aún se muestra ésta tradición artesanal. No habría que olvidar, también, la forma en que estos cronistas misioneros se expresaron sobre la calidad del trabajo de los artesanos indígenas y la facilidad con que aprendían estas artes y oficios. Ya al final del siglo XVIII se empezaron a crear otras instituciones educativas más formales, en el ámbito de la enseñanza técnica, como el Real Seminario de Minería que mereció, por su diferente orientación se le haya denominado la "primera casa de las ciencias en México". Fue creado en 1783 cuando se expidieron las Reales Ordenanzas para la dirección régimen y gobierno del importante Cuerpo de la Minería en Nueva España y de su Real Tribunal General, donde se incluía un capítulo a la educación y la enseñanza dentro del Colegio, iniciando sus actividades el 1 de enero de 1792. Durante el gobierno de don Benito Juárez se convierte en Escuela Especial de Ingenieros transformándose en nacional en 1883; incluyéndose en su currícula nuevos estudios como Ingeniero topógrafo, hidrógrafo, de caminos, puentes y canales, industrial y por supuesto de minas y metalurgista e ingeniero geógrafo. En esos años se crea otra importante academia, La Real Academia de las Nobles Artes de San Carlos, fundada en 1781 e inaugurada el 4 de noviembre de 1785, donde además de enseñarse al arte arquitectónico se incluyó la ingeniería y las obras públicas y en 1788 el Jardín Botánico. Existe un caso singular todavía durante el México colonial cuando a instancias del virrey segundo Conde de Revillagigedo se determina establecer escuelas de Hilado y tejido bajo nuevas técnicas "en las que se aprovecharía la habilidad manual de los indígenas, a fin de integrarlos a una producción de la que se alejaban por el oprobioso trato recibido generalmente en los obrajes", una de éstas se establece en 1792 en el poblado de Tixtla, hoy Guerrero, "sería el primer establecimiento experimental para la enseñanza técnica y fabril que se instituyera en la nueva España a nivel público."                         Todas estas Reales Academias, además del ejemplo de la escuela de Tixtla responden a las inquietudes reformistas del movimiento intelectual de este momento denominado como la Ilustración, Despotismo Ilustrado, visto como control del estado, así como a las influencias de la revolución industrial, tardía en nuestro país, situaciones que empiezan a cambiar los rígidos cánones de la escolástica y la producción, y con ello la apertura hacia otros conocimientos y saberes. Proceso que fue interrumpido en parte por la guerra de independencia, pero que a su vez se impulsó con la apertura del país al mundo, gracias a las posibilidades generadas por este proceso. México Siglo XIX Resulta interesante que el iniciador de la revolución de Independencia, don Miguel Hidalgo y Costilla fuera uno de los primeros en estimular la enseñanza técnica dentro de sus curatos, con la formación de escuelas de artes y oficios. En 1803 logró establecer una escuela taller en el pueblo de Dolores, desafortunadamente la lucha que inicia en 1810 vino a interrumpir su obra.                                      Con la obtención de la independencia en el país se plantearon por primera vez nuevas y diferentes influencias educativas que van a modificar enormemente la tradición escolar Colonial. Existen varios registros de extranjeros que implantan escuelas con nuevas características, muchos de ellos de origen francés, brillantes pedagogos como lo expresa Sergio Sánchez, quien dice, se dedican a fundar escuelas de artes y oficios y comerciales; de éstos menciona a: Eduardo Turreau de Linieres, German Nicolas Prisette, Federico Wauthier, Carlos Vreniere, Esteban Guénot y G. L. Voidet de Beaufort. Uno de éstos Federico Wauthier fundó el primer establecimiento de este tipo en la ciudad de México en 1822 en su propio domicilio en la calle de Revillagigedo.                         Por parte del gobierno oficial, durante la regencia con Agustín de Iturbide, en la Memoria que presentó el Secretario de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores e Interiores -dependencia que en ese momento tiene a su cargo el ramo educativo-, en 1821, se planteó la promoción de planteles educativos que proporcionaran esta enseñanza práctica.                           Asimismo se decretó la supresión de los gremios en 1823, mismo que significaba el fin de este único tipo de enseñanza. Existe un proyecto de educación, también de 1823, que en sus artículos 137 y 157 ordena la creación de establecimientos de instrucción",              entre los que se mencionan Politécnicos, escuelas de ingenieros de minas, caminos y puentes, canales, de comercio y de artes y oficios. Surgen entonces críticas al modelo de educación universitario que se consideraba anacrónico y aparecen los Institutos* ( * Ver en Conceptos Instituto) como contrapartida enarbolando la idea de modernidad, dentro de un mundo que intenta organizarse y donde, se puede decir, no existía un sistema nacional educativo. Esta es la etapa en que nacen los institutos como una transición entre las viejas universidades y las que hoy conocemos, "al abolir las universidades durante la segunda mitad del siglo XIX, tomaron su lugar las agrupaciones escolares formalmente constituidas y las agrupaciones informales que ampliaron notablemente las posibilidades académicas en lo cualitativo y en lo cuantitativo; brindaron una preparación secundaria y profesional con un enfoque mucho más práctico, que iba dejando de lado la imagen medieval de hombre culto como sinónimo de hombre de iglesia" . Sobre este mismo aspecto, dice, Carmen Castañeda que el instituto venía a representar los intereses del grupo liberal que deseaba eliminar instituciones que recordaran el pasado colonial, sin embargo, curiosamente durante la primera mitad del siglo XIX esta fue la ambición tanto de los gobiernos liberales como de los conservadores y hubo ocasiones en que los conservadores lucharon aún más intensamente, tal es el caso de la Escuela de Artes y Oficios idea largamente acariciada por Lucas Alamán, para ser finalmente los liberales con Comonfort en el Gobierno, en 1856, quienes logren su instalación.                        Lucas Alamán fue uno de los primeros alumnos del Real Colegio de Minería y gran promotor de la industrialización del país, según Alamán, no era posible cambiar súbitamente la tradición productiva del país radicalmente minera... sobre este ramo debían descansar inicialmente los giros industriales. Para ello era necesario reavivar, también el endeble comercio "se inclina finalmente por un fomento de la industria en la que el estado debía ser el primer impulsor por cuantos medios y facultades estuvieran a su alcance."                         Junto con los capitales que se invirtieron para establecer las primeras industrias -textiles sobre todo- e impulsar las antiguas -la minería, por ejemplo- se vio la urgencia por contar con personal capacitado para trabajar en las primeras fábricas, todo ello condujo al establecimiento de las primeras escuelas técnicas oficiales como la Nacional de Artes y Oficios, creada por decreto presidencial el 19 de abril de 1856. Sobre esta Escuela hay que advertir que existen varios decretos para establecerla el primero fue en 1833,              firmado por el propio Comonfort, en un momento en que luchaba al lado de Santa Ana, que no llega a realizarse; otro más en 1843, ésta vez por el propio Santa Ana como presidente. Si bien el proceso ya se había iniciado con la instalación de varias escuelas técnicas y/o industriales de carácter privado, como las creadas junto o dentro de las fábricas,              finalmente la Escuela fue inaugurada en marzo de 1857, con más de 100 alumnos procurando la asistencia de alumnos pensionados de diferentes lugares de la república; se instaló en el bello edificio de San Jacinto junto con la escuela de Agricultura, donde se impartían, entre otras, las cátedras de: mecánica, herrería, diseño, carpintería, talabartería, plomería, tejido e hilado, sastrería, hojalatería, alfarería y tornería.                           A finales de siglo, en 1892, se le incorpora la Escuela Práctica de Maquinistas, situación que empezará enfocar a la escuela hacia un nivel superior de enseñanza. Después de la Ley Barreda en 1867 se le otorga el edificio secularizado del convento de mujeres de san Lorenzo, donde permaneció hasta 1959, fecha en que se cambia a la Unidad Profesional de Zacatenco del Politécnico. En 1838 se funda el Colegio Militar establecimiento importante para la historia de la enseñanza de la ingeniería en el país, pues en él se forman los primeros ingenieros especializados en mecánica bélica, hidráulica, y construcción, situación que los llevará a ser los mentores de muchas de las primeras escuelas de ingeniería, como el propio Politécnico durante el silo XX. En 1840 se crea la primera junta de fomento que en cierta forma venía a sustituir la actividad del Banco de Avió fundado por Alamán, con la intención de seguir impulsando la industria y el comercio, además de las comunicaciones, de éstas con gran desarrollo en ese momento las vías férreas. Algunas juntas se llamaban de Fomento al Comercio (o mercantil) y de instrucción (a veces se agregaba de instrucción mercantil), de una de éstas nace el Instituto Comercial en 1845, hoy Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), la decana de las Escuelas Técnicas oficiales en México, misma que junto con otras pasó a formar parte del Instituto Politécnico Nacional en 1936. A ésta también con la Ley Barreda de 1867 se le otorga nuevo edificio en el Hospital de Terceros de San Francisco. Sobre las escuelas particulares fundadas por extranjeros destaca una comercial, la establecida por Eduardo Turreau de Liniers como Colegio Mexicano de San Felipe de Jesús donde se impartían "todos los ramos que debe saber un comerciante." En esta Escuela "tan luego como los alumnos hayan adquirido los conocimientos necesarios harán la aplicación de todo lo que habrán aprendido, figurando entre ello, las casas de comercio situadas en diferentes ciudades, que se comunicarán en diversas lenguas que tratarán operaciones imaginarias, cimentadas en las localidades y uso de los sitios; ellos las seguirán y llevarán a su fin, como si fuesen reales y efectivas, las liquidarán sucesivamente con contestaciones o sin ellas, y terminarán el trabajo haciendo el balance general de sus cuentas", se concedió el permiso el 25 de junio de 1844.                         Durante la intervención francesa con el gobierno del emperador Maximiliano se coincide con la idea de estimular la creación de estas escuelas y nuevamente se menciona la fundación de politécnicos, en la ley de 1865 título IV se ordenaba la reorganización de la instrucción superior para resolver el problema de la formación de profesionales, con seis carreras, tres en el rubro de literarias y tres llamadas prácticas. Estas últimas tendrían que ofrecerse en las escuelas militar, de minas y politécnica.                         Para mediados de siglo con el advenimiento del gobierno de Juárez se da un acontecimiento muy importante para el sistema educativo, en especial en el oficial, al expedirse la Ley "Barreda" del 2 de diciembre de 1867, última de las leyes de Reforma misma que por primera vez organizó todo el sistema dándole una estructura coherente por niveles educativos, que en su parte fundamental se estructura mediante un sistema de instituciones educativas, dividido en dos niveles:
a) de instrucción primaria b) de instrucción secundaria propiamente dichay la enseñanza terciaria o superior, sin plena conciencia de lo que ello significaba de acuerdo a los que expresa Meneses y Morales.
Es en este momento cuando el antiguo Colegio de Minería nacido al final del periodo colonial, se convierte en La Escuela de Ingenieros. Un aspecto significativo que marca esta Ley es que por primera vez, se manifiesta un marcado "interés por llevar la educación a las mujeres".                                      En adelante, durante el porfiriato se harán múltiples esfuerzos por incrementar este tipo de escuelas, así fue como aparecieron los Institutos de Ciencias en los estados. Resulta curioso que a este tipo de enseñanza se le consideraba como "especial" * ( * Ver Concepto) porque preparaba prácticamente en oficios más que en dar formación profesional, además porque se juzgaba un tipo "especial" de instrucción. Otro aspecto característico de este siglo es que este tipo de estudios no requiere más que la primaria inferior y superior, en ocasiones, pero no estudios preparatorios de nivel medio superior porque su fin básico era la capacitación, la instrucción y no la profesionalización, situación que va cambiar hasta el siglo XX. Por ejemplo, el 15 de septiembre de 1897, se expide la Ley de Enseñanza Profesional para la Escuela Nacional de Ingenieros y como éste hay otros ejemplos en la Escuela Superior de Comercio y en la de Artes y Oficios. A partir de mediados de este siglo empiezan aparecer Médicos Homeópatas en el país, sobre todo de origen español, más tarde este movimiento terapéutico de la Medicina provocará la aparición de la Escuela de Medicina Homeopática, en 1889, cuyo primer director fue el dr. Joaquín Segura y Pesado, en la calle de canoa núm. 6 y 7 (hoy Donceles). Misma que se convertiría en Escuela Oficial por decreto de Porfirio Díaz, a partir del 1º de enero de 1896, escuela que se incorpora al naciente Politécnico en 1936. Entre las escuelas fundadas durante el porfiriato se encuentra la Escuela Nacional de Artes y Oficios para mujeres fundada en 1871 e inaugurada en noviembre de ese mismo año. Con este plantel se abre una enorme posibilidad de superación para la mujer, si bien en un principio todas estas escuelas que se fundan se organizan con oficios "propios de su género" permiten a la mujer ingresar a un tipo de educación, que más tarde le va posibilitar entrar de lleno al mundo productivo y cambiar fundamentalmente el modelo tradicional de madre y ama de casa casi exclusivamente. Gracias a la constitución de 1857, también se empiezan a establecer una serie de escuelas de artes y oficios en diversos estados, aunque los problemas políticos no permitieron su instalación en forma general hasta después de la asonada del Plan de Tuxtepec, cuando el gobierno de Porfirio Díaz las impulsa. Para 1900 funcionaban en las siguientes ciudades: Pachuca, Aguascalientes, Campeche, Toluca, Saltillo, Morelia, San Luis Potosí aquí una para hombres y otra para mujeres y en Guadalajara Jalisco ésta última fundada ya al arribo del siglo XX, en 1900. También durante este periodo se crearon escuelas de artes y oficios en instituciones de beneficencia pública o social, como Casas de Niños Expósitos o bien cárceles, uno de estos casos es la Escuela de Artes y Oficios de Puebla dependiente de la Beneficencia Pública del Estado. En algunos casos se da sólo la instalación de algunos talleres como complemento a otra enseñanza. Una de éstas es la Escuela Industrial de Huérfanos establecida en el edificio del Tecpan, que antes era un asilo de jóvenes. Esto se realizó para instruir y educar a la "clase desheredada", ubicándose talleres y otros cursos, entre los primeros, están: imprenta, tejeduría, carpintería, sastrería y zapatería. Aunque también se impartía instrucción primaria, con: lectura, escritura, aritmética, cálculo elemental, gramática castellana, moral cristiana, música, y dibujo.              La Escuela abrió sus puertas el lunes 10 de octubre de 1880. Otro tipo de estas Escuelas son las Salesianas o de Don Bosco instaladas en las ciudades de México, Puebla, Monterrey y Guadalajara, para la enseñanza de jóvenes obreros y campesinos de escasos recursos, donde "alcanzaron merecida fama las nuevas técnicas gráficas que ahí se aprendían."                         A principios del nuevo siglo empezaron a surgir nuevas escuelas de carácter técnico, varias de mujeres, de éstas las más renombradas han sido: en 1901 la Escuela Miguel Lerdo de Tejada para mujeres con enseñanza comercial; en 1903 la Escuela Primaria Industrial para varones doctor Mora y en 1910 la Escuela Primaria Industrial para mujeres, Corregidora de Querétaro, destinada a la enseñanza de oficios e industrias domésticas. Ya en el umbral del Porfiriato un hombre gran impulsor del sector educativo, don Justo Sierra, creó en 1905, la primera Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes y dentro de ella la primera sección destinada a la enseñanza técnica, en 1907.                         Justo Sierra visionario de las posibilidades de la educación técnica encomienda al ingeniero Felix F. Palavicini, egresado del prestigiado Conservatorio de Artes y Oficios de París, visitar en el extranjero, en 1906, una serie de instituciones con este sistema, precisamente en Francia se ocupó de observar los sistemas en la enseñanza industrial y en Estados Unidos el entrenamiento manual. En el informe leído por el c. presidente de la República, al abrirse el tercer periodo de sesiones del 23º congreso de la unión, el 16 de septiembre de 1907, menciona que:
dado el aumento de labores de la Secretaría de Instrucción Pública y la complexidad (sic) de las mismas, ha sido preciso crear una nueva sección destinada a la enseñanza técnica. en ella se han aprovechado los conocimientos de dos de los profesores (no dice quienes) que, comisionados por esa secretaría, han permanecido durante varios años en países extranjeros."
Deducimos que uno de ellos debió haber sido el Ing. PALAVICINI.
Este mismo ingeniero, años más tarde ocuparía el Ministerio de Instrucción Pública y fundó, en 1915, la primera Dirección de Enseñanza Técnica en el país; si bien en 1907 se había establecido el departamento encargado de esta área, no llegó a funcionar; tal vez motivado también por el viaje de PALAVICINI. Con esta dependencia se inicia de manera formal en nuestro país un proceso que tomará casi 20 años para estructurar todo un Sistema de Educación Tecnológica que engloba los denominados aspectos "industrial y comercial", aunque este departamento también fue de efímera vida, pues desparece con la propia Secretaría de Instrucción Pública en 1917. Hasta antes sólo se había fomentado la creación básica de escuelas de artes y oficios pero ante la carencia de obreros debidamente especializados se inicia un explosivo celo por crear escuelas primarias industriales y se inicia asimismo el proceso de profesionalización de ésta área. Con la reapertura de la Universidad, bajo una moderna visión se rompen viejos moldes educativos y se incluye en su estructura algunas facultades de carácter técnico como la de Ingeniería heredera de la Escuela Nacional de Ingenieros y la de Comercio, denominada como Facultad de Contaduría y Comercio. México Posrevolucionario A pesar de todos estos esfuerzos don VÍCTOR BRAVO AHUJA señala que:
...hasta antes de nuestro movimiento social iniciado en 1910, la Educación Técnica no tuvo una orientación acorde con las necesidades de la nación, sino que la estructura del Sistema de esta enseñanza, al servicio del pueblo y para el desarrollo de nuestra industria, es obra y fruto de la labor continuada de los gobiernos emanados de la Revolución.                          

No cabe duda que la Revolución Mexicana impulso este sistema, ya que estaba de acuerdo con los fines sociales y económicos que se pretendían alcanzar. Lamentablemente durante los primeros años, la misma lucha impidió que se desarrollara el área, a pesar de algunos intentos, va ser durante el gobierno del señor don Venustiano Carranza, cuando éste invitó a don FÉLIX F. PALAVICINI a ocupar el cargo del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, cuando se puedan llevar a cabo varias acciones, habría que recordar que es el mismo PALAVICINI el que por encargo de Justo Sierra hizo un estudio sobre este tipo de escuelas en Europa y en Estados Unidos, pero además era ingeniero egresado del Conservatorio de Artes y Oficios de Paris. Como Secretario estuvo de 1914 a noviembre de 1916, en este momento ya formaba parte de los inquietos ideólogos del movimiento preocupado por la educación revolucionaria. Por ello fue que al gobierno de Carranza le correspondió el mérito de incorporar la idea de la enseñanza técnica en el proyecto revolucionario y definir la educación nacional, aun cuando los problemas políticos que todavía habría de sufrir el país impidieron que estos planes consolidaran, no obstante, de esta época son fundamentales rescatar las siguientes acciones:
* La creación de la Dirección General de Educación Técnica, que funcionó de agosto de 1915 al 28 de febrero de 1917.



* La transformación de la Escuela Nacional de Artes y Oficios en Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas. (En 1921 se transforma en EIME Escuela de Ingenieros Mecánicos y Electricistas, o sea se le quita lo de Práctica y en 1932 finalmente se denomina ESIME Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, nombre que conserva actualmente).

Además por primera vez se especifica claramente entre sus objetivos la formación de ingenieros mecánicos electricistas que gracias a los conocimientos científicos y con el aprendizaje en el manejo de máquinas, podrían instalar o dirigir con éxito plantas o talleres mecánicos y eléctricos, ya no como obreros sino como dirigentes de empresa, situación que va modificar sustancialmente este tipo de enseñanza; también la secular ESCA desde 1905 empieza a ofrecer la carrera de Contador de Comercio, todavía durante el Porfiriato. En forma general se puede aseverar que la educación técnica comienza a formalizarse, de tal manera que en unos años más se va convertir en un Sistema que requerirá de funciones y entidades educativas distintas, pero aún tendrán que pasar algunos años para que esto suceda.
Entre las opiniones que PALAVICINI expresa sobre la educación técnica se encuentra una muy interesante referente a la Escuela Politécnica de París, cuando dice, que forma "grandes teóricos, que no tienen, en su gran mayoría, más porvenir que profesar en los Liceos y Universidades o servir en los empleos administrativos", por lo que sugiere un tipo de establecimientos que ha visto en Suiza denominados TECHNICUN; donde el alumno entra muy joven, después de la primaria y cuando sale cuatro años después está "provisto de los conocimientos necesarios para emprender negocios positivos con todas las fuerzas de la juventud" y dice que esta "es la escuela intermedia entre las destinadas a formar artesanos instruidos (artes y oficios) y las dispuestas a formar ingenieros de grado superior... cuya instrucción deberá ser tal, que puedan fácilmente utilizar los proyectos y los planos del ingeniero y dirigir con inteligencia la ejecución..." y la define finalmente como la escuela que forma a los alumnos en "los conocimientos teóricos y prácticos que les son indispensables para ocupar con una competencia real los numerosos puestos intermediarios entre el pensamiento que concibe y la mano que ejecuta". Será unos años más tarde cuando se retome la idea del Politécnico, pero bajo otra perspectiva, en ese momento lo que se requería, era un técnico especializado, no ya el obrero calificado, aunque siempre considera la necesidad de contar con ingenieros, pero para él era de mayor relevancia la necesidad de preparar numerosos técnicos.                         Durante su gestión se creó la escuela industrial "Gertrudis Armendáriz de Hidalgo". Para 1919 existen 88 escuelas de carácter técnico entre mineras, industriales, comerciales y de artes y oficios, de éstas 71 oficiales y 17 particulares.                                      En el proyecto de ley para la creación de la Secretaría de Educación Publica se planteó que "Las escuelas rurales, primarias y técnicas se desarrollarán aún a costa de las universitarias". Esta ley también planteaba la creación de una escuela técnica en cada estado o territorio agregándose los siguiente: las escuelas técnicas tendrán un carácter moderno y eminentemente práctico. No es indispensable dotarlas de talleres costosos pero sí de buenos maestros los cuales importaremos primero y luego formaremos.                         La Enseñanza Técnica se oficializa definitivamente Con la llegada de don José Vasconcelos en 1921 a la Secretaría -esta vez ya de Educación Pública-todos los esfuerzos empiezan a fructificar en un sistema de educación técnica, por eso la iniciativa de la ley para restablecerla claramente especifica que, se van a "establecer institutos técnicos en número de uno por lo menos en cada Estado de la República". Es en este momento que la EPIME cambia a EIME con el lema: "la educación para la producción", quitándosele lo de práctica situación que la va encaminando hacia la profesionalización, respecto al lema resulta ad hoc al momento que se esta viviendo, cuando la educación tiene como consigna estimular el desarrollo económico a través del impulso de la industria, situación que no se conseguiría sin la participación del sistema educativo, por ello no debe extrañarnos que un humanista como Vasconcelos hubiera expuesto el 9 de diciembre de 1922 que:
... más urgente que la educación superior, es transformar nuestras antiguas escuelas de artes y oficios en modernos institutos técnicos, en ellos deseamos formar peritos mecánicos industriales de todo género.             

Sería entonces de esperarse que con la SEP surgiera una sección especialmente dedicada a este sector, la Dirección de Enseñanzas Técnicas, con don Roberto Medellín Ostos, brevemente como su primer director, pues es sustituido poco después por Luis V. Massieu como director y en la Secretaria de la dirección Juan Mancera. A ésta dependencia se le encomendó: "formar hombres útiles a la sociedad no sólo por sus conocimientos sino por la aplicación práctica que de los mismos hagan al comercio, la agricultura, industria y demás recursos" .                         Importantes escuelas técnicas se organizaron en tiempos de Vasconcelos, como la Escuela Industrial Gabriela Mistral, el Instituto Técnico Industrial antecedente de la Vocacional 1 hoy CECyT No. 1 y la Escuela de Constructores hoy Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, dentro de ésta última se daban las siguientes carreras: constructor técnico, montador eléctrico, carpintero, plomero constructor, cantero marmolista, maestro de obras, fundidor, decorador, escenógrafo, ebanista, vitrista, perforador de pozos petroleros y capitán de minas. Como podrá observarse la mayoría encaminadas a la construcción, pero con una propuesta teórico-práctica diferente, que en México hizo escuela dentro de la corriente funcionalista de la Arquitectura, con representantes de la talla de Juan O´Gorman, misma que cambio las bases clásicas de la arquitectura y que además formó las primeras generaciones que pudieron tomar el lugar de los extranjeros en el momento de la expropiación petrolera. Del impulso educativo de Vasconcelos forma parte el desarrollo de esta área, no olvidando la formación de maestros con la creación de la Escuela Tecnológica para Maestros en 1923, desafortunadamente de corta duración, después con Moisés Sáenz, en 1928, se habló de la Escuela Normal Técnica Industrial que tampoco prosperó. Muy recientemente el Sistema de Institutos Tecnológicos creó en Querétaro, en 1976, una dependencia similar denominada Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica (CIIDET). Así mismo, se empezó a plantear la formación de un Instituto Tecnológico Mexicano, que no llegó tampoco a funcionar. Dentro de la concepción Vasconcelista de la educación y la conformación de un nuevo México transformado por esta actividad, se cubrían todos los aspectos del quehacer humano, por eso para éste visionario la educación técnica era parte de la construcción material de la nueva sociedad, la que junto con la espiritual como la educación artística, indígena, universitaria se conjugaría en un nuevo concepto cultural del mexicano. Aquí quisiera hacer mención de la importancia que ha tenido la existencia de los ingenieros en la formación de las escuelas técnicas del país, desde el siglo XIX. Desde un Lucas Alamán egresado del Colegio de Minería a principio del siglo XIX, pasando por un PALAVICINI egresado del Conservatorio de Artes y Oficios de París a finales de éste siglo, hasta los ingenieros del siglo XX egresados tanto de la Escuela Nacional de Ingenieros como Medellín Ostos o del Colegio Militar, como los MASSIEU, BATÍZ, BERNARD y tantos otros que participaron en la organización de este sistema, sumados más tarde a los propios ingenieros surgidos del politécnico que regaron el sistema a lo largo de todo el país con el surgimiento de los Institutos Tecnológicos. Resulta interesante señalar este aspecto porque a pesar de ser lógica su participación en la estructuración de la enseñanza es digno de subrayarse, por ser individuos alejados del dominio pedagógico, pero que, sin embargo, se preocupan continuamente por organizar este sistema de enseñanza de la mejor manera, tomando como ejemplo a otros países, de ahí la encomienda de PALAVICINI, de Vallejo Márquez, de GUSTAVO ALVARADO PIER, este último en los años de 1940, visitando los tecnológicos más adelantados de Estados Unidos antes de establecer los primeros del país. Y más recientemente del ingeniero ANTONIO PADILLA SEGURA quien también visita una serie de Instituciones técnicas de Estados Unidos y Europa para obtener ideas sobre la creación de laboratorios de enseñanza para la Unidad Zacatenco del IPN en 1959-60. Lamentablemente durante la primera mitad del siglo XX gran parte de su esfuerzo se quedó en el Distrito Federal, no obstante se fundaron algunas escuelas industriales en varios estados de la República, entre éstas las de: Zamora, Orizaba, San Luis Potosí, Ciudad Juárez, Culiacán y Zacatecas. Además de algunos centros culturales obreros y escuelas de artes y oficios en provincia. De estas escuelas fueron, en 1922, en Guadalajara, la Escuela Industrial para señoritas, destinada a la enseñanza de oficios. En el mismo año, en Cortázar, Guanajuato, una Escuela de Artes y oficios             para varones, que desapareció posteriormente por razones presupuéstales. Y en Orizaba, Veracruz, otra Escuela Industrial de Artes y oficios.

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